Seguramente alguna vez os ha llegado una invitación para una fiesta de cumpleaños con un motivo de, por ejemplo, Winnie the Pooh. Al llegar a la fiesta os encontráis con un enorme cartel de "Bienvenido a mi cumple" presidido por Mickey Mouse. Una vez en el recinto de la celebración veis guirnaldas de Bob Esponja, la mesa dispuesta con menaje de Pocoyó y una estupenda tarta de Rayo McQueen.....Vale, tal vez exagero un poco con la profusión de personajes, pero lo cierto es que no es extraño encontrarse con una fiesta multitemática o más bien sin tema definido.
Por supuesto, no hay nada de malo en ello y cada quien celebra su fiesta como mejor le parece ¡faltaría más!. Pero no me negaréis lo enormemente divertida y creativa que puede resultar una fiesta temática. Hace poco asistí al cumpleaños del hijo de un querido amigo. La temática era Harry Potter, uno de los personajes favoritos del homenajeado. Al llegar, los niños asistentes debían decir la contraseña que aparecía en la invitación (un boleto hasta la Plataforma 9 3/4, los seguidores de Harry Potter sabréis de qué se trata) y eran obsequiados con las super conocidadas gafas redondas y una varita mágica. Dentro todo era mágico: la decoración, los juegos, los aperitivos y las bebidas (dedos de Voldemort, pócimas mágicas,...). Os puedo asegurar que niños y adultos asistentes a la fiesta nos la pasamos de fábula. El tiempo que estuvimos allí vivimos en un universo maravilloso y la mar de divertido.
Ciertamente, el padre del cumpleañero es publicista y fue el creador de aquel montaje estupendo. Pero organizar una fiesta como esa no requiere de un talento especial ni de un gran presupuesto, sólo de un poco de creatividad y muchos deseos de hacer que nuestros invitados disfruten a tutiplen!!!¿Qué es lo que nos puede facilitar la labor? Escoger una temática para la celebración y organizar todo lo que se os ocurra en torno a este tema. ¡Y a disfrutar!
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